El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado este martes que construirá un escudo antimisiles, al que ha bautizado como Cúpula Dorada, que costará 175.000 millones de dólares y que tardará, en principio, unos tres años en completarse. Según ha comunicado desde el Despacho Oval, “es muy importante para la supervivencia” de Estados Unidos, aunque realmente tiene un elemento nostálgico: se trata del escudo que el expresidente Ronald Reagan planeó pero no llegó a construir.

"En la campaña, prometí a los estadounidenses que construiría un escudo antimisiles defensivo para proteger nuestro hogar de la amenaza de ataques de misiles extranjeros. Completaremos el trabajo que el presidente Reagan empezó hace 40 años. Pero ellos no tenían la tecnología, y ahora es algo que nosotros vamos a tener", ha asegurado el presidente, que también ha afirmado que Canadá le ha llamado y “quiere formar parte”, “así que hablaremos con ellos. Quieren tener esa protección también”. 

“Una vez que haya sido construido al completo, la Cúpula Dorada será capaz de interceptar misiles incluso si se lanzan desde otras partes del mundo, e incluso si se lanzan desde el espacio, y tendremos el mejor sistema jamás construido. Como sabéis, ayudamos a Israel con el suyo, y tuvo mucho éxito, y ahora tenemos tecnología mucho más avanzada que eso”, ha insistido el presidente.

Trump ha anunciado la medida este martes junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en el Despacho Oval, pero el estadounidense lleva hablando de que Estados Unidos necesita una Cúpula de Hierro desde su primer discurso ante el Congreso de este, su segundo mandato, el pasado mes de marzo. “Pido al Congreso que financie un escudo antimisiles de última generación para proteger nuestra patria”, dijo el presidente, bautizándolo ya como “Cúpula Dorada”, “y que sea todo hecho en Estados Unidos”. En su opinión, si Israel lo tiene y otros países lo tienen, EEUU también debería tenerlo, aunque el de Israel tenga el tamaño de Nueva Jersey -en todo EEUU caben más de 500 estados de NJ-.

La idea es que Estados Unidos cuente con un escudo que pueda protegerlo de ataques de misiles de largo alcance, tanto balísticos como hipersónicos, pero el problema es el coste. Según un estudio de la Oficina de Presupuestos del Congreso, Estados Unidos podría tener que gastar más de 500.000 millones de dólares a lo largo de los próximos 20 años para conseguir un escudo viable. Por el momento, el Gobierno ha reservado 25.000 millones del presupuesto en defensa del próximo año para este sistema.

Trump ya había dicho en el pasado que sus aranceles "fácilmente pagarán la Cúpula Dorada, y tendremos mucho dinero de sobra". "Por cierto, en este mundo, aunque es mucho más seguro hoy de lo que era hace una semana, y mucho más de lo que era hace seis meses, cuando teníamos a gente que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo". En otra ocasión, en la Casa Blanca se mostró un cartel que decía "una Cúpula Dorada para Estados Unidos" junto con la cita de Trump: "Este es un mundo muy peligroso. Vamos a proteger a nuestros ciudadanos como nunca antes". 

Y como el Gobierno no podrá construirlo solo, la iniciativa supondrá una oportunidad para empresas como SpaceX, que dirige Elon Musk. El presidente ha anunciado que será construido enteramente en Estados Unidos, pero no ha dado detalles sobre las compañías que se encargarán del proyecto.

Para supervisar el proyecto, la Casa Blanca designará a un “zar de la cúpula dorada”, un cargo que tendrá entre sus responsabilidades revisar el desarrollo y despliegue del sistema defensivo. A cargo del proyecto estará el vice jefe de operaciones espaciales, el general de la fuerza espacial Michael Guetlein.

"La Cúpula Dorada es una estrategia audaz y agresiva para acelerar y proteger la patria de nuestros adversarios. Se lo debemos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos para protegerlos", ha dicho Guetlein en la rueda de prensa.

Un sueño desde hace décadas

Estados Unidos lleva décadas soñando con contar con un escudo antimisiles, pero nunca ha conseguido que la idea salga adelante por su elevado coste, además de la sofisticada tecnología de la que necesita. Pero según Trump ahora es más necesario que nunca porque adversarios como China, Rusia, Irán y Corea del Norte pueden atacar a EEUU con diferentes misiles balísticos, misiles crucero de largo alcance, bombarderos y misiles hipersónicos.