El Congreso dio ayer martes solo un primer paso. La mayoría de investidura aprobó la toma en consideración de la proposición de ley de Sumar, Podemos y BNG de embargo total de armas a Israel por su violación de los derechos humanos en Gaza. Ya desde la Moncloa advertían de que habrá que ver el trámite parlamentario de la propuesta, de que hay "dificultades técnicas" evidentes. Y este miércoles la titular de Defensa, Margarita Robles, las confirmó. La ministra comparte que España lance ese gesto político de firmeza y condena a la matanza perpetrada día tras día por el Estado hebreo contra la población palestina, pero también avisa de que materializar esa ley, si se aprueba finalmente, no es nada fácil, porque hay licencias anteriores al ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023 y porque el comercio hoy día es global. "Lo importante es el discurso político. El mundo no tiene fronteras y la tecnología israelí está por ahí", sostienen fuentes del ministerio.

Robles, en declaraciones a los medios de comunicación en el Congreso, consideró "muy positiva" la toma en consideración de la proposición de ley para el embargo de armas a Israel y a países que cometan genocidios o crímenes de lesa humanidad, porque lo que está ocurriendo en Gaza es "inaceptable desde todos los puntos de vista, es una vulneración de la Carta de Naciones Unidas, de todas las normas de Derecho Internacional", y por tanto no se puede "en absoluto mirar para otro lado".

Nosotros no estamos comprando ningún material de armamento a Israel. Yo he hablado con las industrias españolas y ellas son solidarias también en este posicionamiento. Pero ahora lo verdaderamente importante es que no podemos permanecer callados ante lo que ocurre en Gaza", apunta Robles

La ministra reiteró que España ya no compra armamento a Israel, aunque "puede haber algunas licencias de algunos programas que se pueden estar utilizando y que se utilizaban en programas muy anteriores al 7 de octubre de 2023". Son, detalló, "algunas muy determinadas" y algunas "muy antiguas, que a lo mejor ya no son utilizables", pero "no son armas, porque no se puede meter todo en el mismo paquete". "Nosotros de hecho no estamos comprando ningún material de armamento a Israel. Yo he hablado con las industrias españolas y ellas son solidarias también en este posicionamiento. Pero ahora lo verdaderamente importante es que no podemos permanecer callados ante lo que está ocurriendo en Gaza, todos con el pueblo palestino", añadió, haciendo hincapié por tanto en el gesto político. Porque ese es el mensaje que quiere lanzar el Gobierno.

Fuentes de Defensa insisten en que no es tan sencillo prescindir de las compras a Israel. "No podemos engañarnos. La ciberseguridad o la inteligencia con la que trabaja el mundo entero es israelí", señalan. Explican que desde creación del Estado de Israel en 1948, muchos países han recurrido a la tecnología del país judío, muy puntera, y eso no se puede deshacer tan fácilmente. De modo que material israelí hay y seguirá "habiendo mucho", y si no entra en España entrará por algún otro país, por alguna otra vía. "El mundo no tiene fronteras y la tecnología está por ahí. No podemos simplificar y engañar a la gente", insisten las mismas fuentes. En Defensa consideran, por tanto, que el debate y la aprobación de la ley de embargo de armas tiene más un "efecto simbólico", de condena de Israel, de apoyo a Palestina, más que materialización práctica.

Dicho de otro modo, se trata de una "decisión política", "y eso es lo importante". Así lo afrontaron en el ministerio que dirige Robles, que ni siquiera emitió informe sobre la oportunidad de admitir a trámite la proposición de ley —Economía, por ejemplo, sí emitió un informe desfavorable—. "La ley, si se aprueba, puede llegar a decir lo que quiera, pero las leyes están para interpretarlas, y estamos en un ámbito internacional. Hay que distinguir lo político, de tolerancia cero con Israel, de un tema puntual o técnico. Porque hecha la ley, hecha la trampa, ya que siempre habrá vías por la que pueda entrar material israelí", desgranan desde el Ejecutivo. Se remiten a lo ocurrido ayer en Bruselas: 17 de 27 países sí estuvieron de acuerdo con que se revisara el acuerdo comercial con Tel Aviv. Una "fuerte mayoría", como dijo la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, pero no unanimidad. "10 países no estuvieron a favor", recuerdan en Defensa. Es decir, una decena de Estados miembros que no ven problemas en seguir intercambiando mercancías con el Gobierno de Benjamin Netanyahu y por lo que podía penetrar su material.

Hay que distinguir lo político, de tolerancia cero con Israel, de un tema puntual o técnico. Hecha la ley, hecha la trampa, ya que siempre habrá vías por la que pueda entrar material israelí", explican en Defensa

En el departamento de Robles subrayan que Israel no solo proporciona armas, sino a veces componentes de defensa que solo se fabrican (y se reparan) allí, y que no son fácilmente sustituibles. "Si por ejemplo hablamos de unas linternas específicas para unos cascos y que son israelíes, ¿qué hacemos? ¿Dejamos a nuestros efectivos sin ellas?", mantienen. Ya Pedro Sánchez, el pasado 7 de mayo en el Congreso, cuando asumió el "lamentable error" por el contrato de compra de millones de balas a una compañía israelí —adquisición que tuvo que rescindir—, también añadió que hay contratos que "no implican armamento ni munición", puesto que "son componentes absolutamente imprescindibles para el funcionamiento y la seguridad de los equipamientos ya existentes en manos de las Fuerzas Armadas".

Uno de los contratos que, al menos sobre el papel, podría verse afectado por el embargo es el que formalizó Defensa el 25 de abril de 2024, y del que informaba este miércoles la SER. Se trata de un acuerdo marco de 207.414.102 euros con la empresa israelí Rafael Advanced Defense, para equipar a los nuevos cazas Eurofighter con sistemas de guiado láser, con el fin de mejorar su precisión en el combate aéreo. El contrato tiene vigencia hasta 2027. El procedimiento de contratación fue negociado sin publicidad, y solo concurrieron dos compañías. La que resultó concesionaria fue elegida por ser "la única capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico”, según recoge el expediente publicado en la Plataforma del Contratación del Sector Público.

Fuentes de Defensa remarcaron que no se puede hablar de falta de compromiso de Robles con Israel, porque ella misma, hace un año, definió lo que estaba ocurriendo en Gaza como un "auténtico genocidio". Fue en el Día de las Fuerzas Armadas, en declaraciones a TVE. Aquellas palabras le valieron críticas, recordaron, porque era la primera integrante del Ejecutivo que endosaba al Gobierno de Netanyahu ese término, "genocidio".